Más
también son estimuladas por las polémicas que surgen en las asociaciones
periodísticas, encargando a algunos publicistas eruditos a explorar los
documentos disponibles sobre la memoria de campo, en su dimensión
socio-política.
Como
resultado de esto, se producen ensayos de gran valor histórico para la
identificación de fronteras profesionales. O se elaboran perfiles biográficos
de sus autores privilegiados.
En el
caso brasileño, por ejemplo, hay dos marcos cronológicos: la publicación, en
1945, del primer sondeo electoral, hecho para el IBOPE -Instituto Brasileiro de
Opinião Pública e Estatística- y el lanzamiento, en 1946, del primer ensayo
sistemático sobre imprenta y periodismo, escrito por Carlos Rizzini, con el
título "O livro, o jornal e a tipografía no Brasil" ("El libro,
el periódico y la tipografía en Brasil").
Desde
entonces se acumulan conocimientos nuevos sobre los fenómenos de interacción
simbólica, mediados por los media. Pasa así a respaldar las decisiones sobre
inversiones publicitarias o a servir como parámetros para la
institucionalización de la representación política en varios países. El
ambiente favorece la difusión en todo el continente de las ideas modernizadoras
que caracterizan el período posterior a la II guerra mundial.
Los
investigadores profesionales, generalmente llegados de las carreras de
sociología, psicología o economía, se dedican a formular estrategias
industriales o político-aleatorias.
A su vez,
los investigadores diletantes, legitimados por la actividad periodística o
artística, escriben ensayos caracterizados por el rigor documental, adjuntando
al debate público temas de comunicación política. Sus análisis privilegian,
casi siempre, los intentos de las burocracias estatales o de las oligarquías
partidarias para controlar los flujos informativos y, por esta vía, dirigir la
opinión pública.
Durante el siglo XIX la comunicación en Latino
américa dependía mucho de lo que sucediera en Europa, especialmente en
Francia. Las
escuelas estadounidenses tuvieron entonces poco influjo gracias a la barrera
lingüística, por lo cual el desarrollo de una comunicación vista desde una
perspectiva Latino américa se dio en general desde una influencia
colonial española y francesa hacia la búsqueda de una identidad nacional
propia. Esto sería un gran aporte al desarrollo de la teoría de la comunicación
porque en el caso latinoamericano ésta sería muy sensible a los procesos
sociales.
Contrario a lo que sucedería en Europa y Estados Unidos en
donde la teoría de la comunicación se desarrolla a partir de la investigación
científica y aportes como la psicología, la sociología y otras disciplinas,
en Latino américa ésta viene de la mano del desarrollo del periodismo
y posteriormente el influjo y aporte de las teorías de la comunicación social
aportados por la Iglesia Católica y en el caso específico por la Teología de la
Liberación y por la escuela de Frankfurt .
Es durante la década de los 60 que se consolida la escuela
latinoamericana desprendiéndose definitivamente de la estadounidense y
cuestionando los modelos de comunicación impuestos en la región y al servicio
de grupos de poder económico. Los primeros grandes críticos de la teoría de la
comunicación latinoamericana cuestionan el orden mundial dominado por la
información estadounidense y en gran parte europea y esbozan la tesis de un
"nuevo orden mundial de la información y la
comunicación". Rechazan modelos foráneos a la cultura latinamericana
y pensados para otros sociedades y adaptan aquellos que eran útiles para
el trabajo de campo de la comunicación en la región. Los padres de la ELC
fueron muchos, pero entre ellos destacan Luís Ramiro Beltrán ("Adiós
a Aristóteles: Comunicación Horizontal"), Daniel Pietro
Castillo ("Mattelart y Dorfman Para leer al Pato Donald",
1970), Jesús Martín-Barbero ("De los medios a las
mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía", 1987) y muchos otros.
En Latinoamérica la escuela de Frankfurt ha sido de alta
inspiración. Tras años de adoptar modelos foráneos, especialmente de la escuela
de Estados Unidos. En las 60’ grandes cantidades de teóricos asumieron las
banderas de desarrollar modelos que se apegaran a la visión latinoamericana los
precursores de esta escuela fueron muchos, pero entre ellos destacan Luís
Ramiro Beltrán, Daniel Prieto Castillo, Jesús Martín-Barbero. La
principal diferencia con respecto a la Escuela Europea y la Escuela
Estadounidense es la relación vida cotidiana y comunicación. Esta escuela
también ha trabajado especialmente en el ámbito de la investigación de los
procesos de comunicación con comunidades, enfocando su esfuerzo en los efectos
que tiene entre los receptores y de qué manera los procesos de
comunicación contribuyen al desarrollo de una comunidad, generando una
transformación social.







