domingo, 3 de noviembre de 2013

Jesús Martin Barbero



De origen español, radicado en Colombia sus estudios observan a la cultura mexicana y colombina desde una óptica más amplia. Estudios basados en el papel de la comunicación sobre la cultura y los medios de comunicación.

Menciona que el campo de estudios y, en particular, el desarrollo y la aplicación de las teorías de la comunicación en América Latina se formaron prácticamente durante el periodo de los sesenta y hasta mediados de los ochenta por el “efecto cruzado” de dos hegemonías teóricas: la del pensamiento instrumental de la investigación norteamericana y la del paradigma ideologista de la teoría social latinoamericana.

Vale destacar, que el enfoque teórico crítico cuyo origen proviene de Europa, por el contrario, analiza, previo análisis de los procesos comunicacionales, las características de las condiciones económicas, sociales, de educación, de poder y hegemonía en los diferentes sistemas contemporáneos para cuestionar los roles que juega la comunicación en la preservación del sistema social y el papel de los mensajes en la difusión de la ideología dominante. En este enfoque, el científico social se concibe, tal y como se deja ver en los discursos de Martín Barbero (1996: 61.), como un agente de cambio, comprometido ética y socialmente.

A principios de 1999, dictó seminarios y distintos cursos de doctorado en España. Uno de estos cursos lo desarrolló en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, en el Departamento de Antropología Social, donde abordó las transformaciones del mapa cultural, la ciudad como espacio de comunicación y multiculturalidad, así como el tema de la globalización, localización e industrias culturales.

De este modo comenzó una de sus exposiciones, dando cuenta de su experiencia en el campo de la comunicación y la cultura: “La experiencia que está en la base de mi trabajo en estos últimos casi treinta años es la de un filósofo inmerso en el campo complejo y contradictorio de la comunicación. Mi oficio en ese campo ha sido, por una parte, el de luchar contra la visión hegemónica, especialmente venida de los Estados Unidos, que trata de convertir el estudio de los procesos de comunicación en una especie de disciplina autónoma, separada del ámbito de las ciencias sociales. Ésta ha sido una de mis batallas largas, la de agitar la necesidad de que las ciencias sociales, empezando por la historia, siguiendo por la antropología y la sociología, se hagan cargo de lo que está sucediendo en este ámbito estratégico por el que pasan algunos de los cambios más profundos tanto en el mundo de la cultura como en el mundo de la política hoy. 

La primera batalla, que he venido librando en estos treinta años, ha sido la de incorporar el 'tema' de los procesos de comunicación y de los medios al ámbito de las ciencias sociales. Y, por otro lado, mi otra batalla ha sido la de ayudar a distinguir entre lo que los medios de comunicación tienen de sumisión a, y complicidad con, las lógicas del mercado, y con lo que esas lógicas imponen de superficialidad, de deformación cultural. La necesidad de diferenciar el hecho de que hoy día los procesos de comunicación masiva estén dinamizados básicamente por la lógica mercantil, con el consiguiente proceso de superficialización e incluso degradación, cultural, de ese otro hecho: el papel estratégico que los procesos y los medios de comunicación masiva juegan en la vida cotidiana de la mayoría de la gente: la manera en que esos procesos inciden en la cultura cotidiana de la mayoría de la gente, en sus imaginarios, en sus expectativas de vida, en sus modelos de comportamiento, en sus modelos sobre lo moderno y lo atrasado, lo bello y lo feo, lo interesante y lo aburrido. 


Esta batalla me parece fundamental: luchar contra la tendencia de la elite intelectual a meter en la misma bolsa la crítica necesaria, indispensable, a lo que en los medios hay de lógica mercantil, a lo que en los medios hay de deformación cultural, superficialidad, pero luchando contra la confusión entre esas tendencias y el papel mediador que los procesos de comunicación masiva ejercen hoy entre matrices y memorias culturales, que vienen de muy lejos en la historia, y los formatos de las narrativas que hoy tienen los medios masivos. Si los medios son importantes no es debido a la genialidad de la gente que trabaja en ellos, es debido a que en los medios se entrelazan formatos contemporáneos con modos de narrar, de imaginar y de expresar que tienen memorias de largo alcance.”

APORTES: Su análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde la semiología, y la función de las telenovelas en Latinoamérica son algunos de los aportes teóricos más relevantes de Jesús Martín Barbero.
 

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