domingo, 3 de noviembre de 2013

Teoría Latinoamericana

Las primeras investigaciones de comunicación en América Latina surgen en ambientes típicamente profesionales. Son demandadas por las emergentes industrias culturales y constituyen factores decisivos para la formación de las primeras agencias privadas dedicadas a estudios de opinión pública, audiencia de los más media o persuasión de los consumidores.

Más también son estimuladas por las polémicas que surgen en las asociaciones periodísticas, encargando a algunos publicistas eruditos a explorar los documentos disponibles sobre la memoria de campo, en su dimensión socio-política.

Como resultado de esto, se producen ensayos de gran valor histórico para la identificación de fronteras profesionales. O se elaboran perfiles biográficos de sus autores privilegiados.
En el caso brasileño, por ejemplo, hay dos marcos cronológicos: la publicación, en 1945, del primer sondeo electoral, hecho para el IBOPE -Instituto Brasileiro de Opinião Pública e Estatística- y el lanzamiento, en 1946, del primer ensayo sistemático sobre imprenta y periodismo, escrito por Carlos Rizzini, con el título "O livro, o jornal e a tipografía no Brasil" ("El libro, el periódico y la tipografía en Brasil").

Desde entonces se acumulan conocimientos nuevos sobre los fenómenos de interacción simbólica, mediados por los media. Pasa así a respaldar las decisiones sobre inversiones publicitarias o a servir como parámetros para la institucionalización de la representación política en varios países. El ambiente favorece la difusión en todo el continente de las ideas modernizadoras que caracterizan el período posterior a la II guerra mundial.

Los investigadores profesionales, generalmente llegados de las carreras de sociología, psicología o economía, se dedican a formular estrategias industriales o político-aleatorias.

A su vez, los investigadores diletantes, legitimados por la actividad periodística o artística, escriben ensayos caracterizados por el rigor documental, adjuntando al debate público temas de comunicación política. Sus análisis privilegian, casi siempre, los intentos de las burocracias estatales o de las oligarquías partidarias para controlar los flujos informativos y, por esta vía, dirigir la opinión pública.

Durante el siglo XIX la comunicación en Latino américa dependía mucho de lo que sucediera en Europa, especialmente en FranciaLas escuelas estadounidenses tuvieron entonces poco influjo gracias a la barrera lingüística, por lo cual el desarrollo de una comunicación vista desde una perspectiva Latino américa se dio en general desde una influencia colonial española y francesa hacia la búsqueda de una identidad nacional propia. Esto sería un gran aporte al desarrollo de la teoría de la comunicación porque en el caso latinoamericano ésta sería muy sensible a los procesos sociales.


Contrario a lo que sucedería en Europa y Estados Unidos en donde la teoría de la comunicación se desarrolla a partir de la investigación científica y aportes como la psicología, la sociología y otras disciplinas, en Latino américa ésta viene de la mano del desarrollo del periodismo y posteriormente el influjo y aporte de las teorías de la comunicación social aportados por la Iglesia Católica y en el caso específico por la Teología de la Liberación y por la escuela de Frankfurt .



Es durante la década de los 60 que se consolida la escuela latinoamericana desprendiéndose definitivamente de la estadounidense y cuestionando los modelos de comunicación impuestos en la región y al servicio de grupos de poder económico. Los primeros grandes críticos de la teoría de la comunicación latinoamericana cuestionan el orden mundial dominado por la información estadounidense y en gran parte europea y esbozan la tesis de un "nuevo orden mundial de la información y la comunicación". Rechazan modelos foráneos a la cultura latinamericana   y pensados para otros sociedades y adaptan aquellos que eran útiles para el trabajo de campo de la comunicación en la región. Los padres de la ELC fueron muchos, pero entre ellos destacan Luís Ramiro Beltrán ("Adiós a Aristóteles: Comunicación Horizontal"), Daniel Pietro Castillo ("Mattelart y Dorfman Para leer al Pato Donald", 1970), Jesús Martín-Barbero ("De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía", 1987) y muchos otros. 


En Latinoamérica la escuela de Frankfurt ha sido de alta inspiración. Tras años de adoptar modelos foráneos, especialmente de la escuela de Estados Unidos. En las 60’ grandes cantidades de teóricos asumieron las banderas de desarrollar modelos que se apegaran a la visión latinoamericana los precursores de esta escuela fueron muchos, pero entre ellos destacan Luís Ramiro Beltrán, Daniel Prieto Castillo, Jesús Martín-Barbero. La principal diferencia  con respecto a la Escuela Europea y la Escuela Estadounidense es la relación vida cotidiana y comunicación. Esta escuela también ha trabajado especialmente en el ámbito de la investigación de los procesos de comunicación con comunidades, enfocando su esfuerzo en los efectos que tiene entre los receptores y de qué manera los procesos de comunicación  contribuyen al desarrollo de una comunidad, generando una transformación social.

Aportes de Teóricos Latinoamericanos



Reflexiones

El surgimiento de posturas de autores que constituyeron la Escuela de Frankfourt como: Theodoro Adorno, Max Horkheimer, Herbert Marcuse y Jurgen Habermas enfocaron sus esfuerzos en una teoría crítica en la que los medios de comunicación actúan como elemento manipulador de las masas hasta alcanzar un fin último de consumismo.

En ese sentido, el autor Althusser describe que “los medios articulan el sistema de relacionar y dar significado a la estructura social, argumentando la dominación o el liderazgo cultural a través de la capacidad de seducción y persuasión para la implantación de los valores dominantes, la creación de una opinión favorable, la inducción de hábitos”.

Mientras que, el comunicador es una especie de arquitecto de la conducta humana, un practicante de la ingeniería del comportamiento cuya función es inducir y persuadir a la población a adoptar determinadas formas de pensar, sentir y actuar, que le permiten mayormente su producción y su productividad y elevar sus niveles y hábitos de vida.

Entre tanto, las Escuelas Latinoamericanas realizaron su aporte a la comunicación con el desarrollo del periodismo y posteriormente el influjo y aporte de las teorías de la comunicación social producidos por la Iglesia Católica y en el caso específico por la Teología de la Liberación y por la Escuela de Frankfurt.

Partiendo de las diferentes teorías de la comunicación que de alguna u otra forma han servido de análisis para el proceso comunicacional en las sociedades, corresponde entonces profundizar en la realidad de la comunicación venezolana, una actualidad que si bien inició bajo un tema de imparcialidad y manejo de información adecuada, ahora, se rige por un movimiento tácito de parcialización comunicacional en el que las opiniones y juicios de valor del comunicador se hacen sentir y están a la palestra del día, generando así, una matriz de opinión única que con el uso de las nuevas tecnologías provocan la saturación de información y consecuencias importantes entre las sociedades.

Vale destacar, que el rol de la comunicación juega un papel importante e indiscutible dentro de las sociedades, los medios de comunicación masiva y el desarrollo de infinidades organizaciones.

Su importancia radica en mantener el cumplimiento del proceso inicial planteado por los teóricos norteamericanos, sin embargo, el contexto, los canales y hasta la misma división parcializada de la sociedad han producido que el proceso comunicacional se resquebraje de manera impactante, lo cual a su vez plantea la permanencia de rumores, zozobra e incertidumbre entre las sociedades.

De la misma manera el juego de las nuevas tecnologías de la comunicación ha sido cada vez mayor e impactante. Las masas, ahora, cuentan con una sobre saturación de información que sobre pasa su misma necesidad inicial: estar informados veraz y oportunamente.

Por tanto, nos encontramos en una sociedad donde el exceso de información y el uso de las nuevas tecnologías nos envuelven diariamente originando que el proceso comunicacional por un lado obtenga nuevas herramientas para su evolución, pero por otro, nos absorbe de tal manera que las sociedades empiezan a perder fuerza en cada elemento del proceso

Armand Mattelart



Sociólogo belga nacido en 1936 que, al servicio de la Iglesia católica y de la Francia, vivió en Chile entre 1962 y 1973, convirtiéndose después en uno de los ideólogos franceses con más predicamento entre las izquierdas extravagantes de los países de lengua española. Tras una infancia señalada por la Segunda Guerra Mundial, e interno en una institución católica, realiza allí sus estudios secundarios, y se vincula a movimientos católicos juveniles afines a las misiones en países pobres.

La realidad latinoamericana no es ajena a las reflexiones de Mattelart, quien desde los años sesenta trabajo en la región, con una importante labor en Chile. Precisamente, debió emigrar de ese país en 1973, cuando el golpe militar de Augusto Pinochet derrocó al gobierno del presidente Salvador Allende.

También reconocido por su libro "Para leer al Pato Donald" - escrito junto a Ariel Dorfman-, Mattelart cuenta con una vasta trayectoria en investigación, reflejada en sus obras: "La mundialización de la comunicación" (1998), "Historia de las teorías de la comunicación" (1997) y la más reciente "Historia de la sociedad de la información" (2002).  Además, en 1983 realizó un importante trabajo junto al investigador y docente de la UNC, Héctor Schmucler, denominado "América Latina en la encrucijada telemática". La sociedad global de la información justamente, cuando Mattelart critica el concepto hegemónico de "información", se refiere a una perspectiva instrumental y estadística que deja de lado la "memoria y cultura de los pueblos y se interesa solamente por el canal". 

Esta idea que sustenta el paradigma del futuro postindustrial, de igual modo, se encuentra asociada a la tesis del "fin de las ideologías". En los años 90, esta concepción, junto a lo que el comunicador denominó la "tecnoutopía", encontró su etapa de máximo esplendor. Estas ideas fueron claramente expresadas en diferentes documentos emitidos por organismos internacionales, y concretamente tomó cuerpo a partir de que el G-7 (el grupo de los siete países más industrializados del mundo) ratificó su apoyo a esta noción, a la vez que decidió acelerar la liberalización de los mercados de telecomunicaciones.

Ante esta situación, Mattelart destacó la aparición de nuevos actores, con miradas diferentes a la hegemónica, que se introdujeron en el debate sobre los proyectos para la sociedad del futuro. "La noción general de información -admitió- ha movilizado a muchos sectores en sentido crítico para plantear alternativas". Las nuevas posturas, básicamente, se oponen a las propuestas de modernización de los gobiernos que aspiran sólo a generar el "ambiente propicio" para que las grandes empresas inviertan y acaparen el apetitoso mercado de las comunicaciones. En este sentido, el autor resaltó los aportes que están realizando las organizaciones de la sociedad civil, especialmente con miras a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información que se celebrada en el 2005 en Túnez. Si bien, desde su experiencia en la organización Attac France, reconoció que "no es fácil ir más allá del análisis e incorporar en un proyecto político toda la crítica de la sociedad", consideró esta instancia como un punto importante para la elaboración de propuestas. 

Desde esta óptica, el fenómeno de la concentración de los medios pone en evidencia, para toda la población, la problemática de la diversidad cultural. Mattelart alertó en este aspecto sobre lo que ocurrió en Francia para ese entonces, cuando dos empresas de armamentos adquirieron "el 80 por ciento de los medios de prensa". Como resultado de las presiones que ejercen las organizaciones no gubernamentales y demás organismos de derechos humanos, el profesor comentó que el Parlamento Europeo acaba de emitir una resolución incitando a la Comisión Europea y a la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información a incluir la noción de servicio público y plantear la necesidad de luchar contra la concentración. 

Para el investigador, uno de los aspectos más sobresalientes en la discusión actual es la posibilidad de reflexionar sobre la función de los medios de comunicación, en una perspectiva diferente a la planteada en décadas pasadas. Si bien aclaró que el aporte de los estudios sobre la recepción fue importante para avanzar en los aspectos teóricos, hoy es necesario oponer una respuesta concreta a los mecanismos de hegemonía cultural que permita "revertir la brutal asimetría entre los receptores y las empresas mediáticas". En este sentido, recalcó: "La libertad del consumidor o del usuario se construye a través de contrapoderes. No se qué forma va a adoptar, pero históricamente creo que el momento ha llegado para pensar la organización de la sociedad civil frente a este campo". 


A diferencia de las posturas que predominaban en la década del 60 -donde el intelectual aparecía como un lector privilegiado de los medios y que tenía "la luz para aclarar a los receptores lo que veían"- Mattelart señaló que actualmente el Observatorio se compone de tres tipos de representantes: investigadores, periodistas y usuarios. "Esto es importante porque me parece que lo que dificulta la reflexión sobre los medios son los encasillamientos recíprocos", dijo. Los desafíos, en consecuencia, son aún mayores para el profesor, porque de acuerdo con su experiencia en el Observatorio de Medios de Francia, se plantean numerosas dificultades para llegar a acuerdos consensuados entre las distintas posiciones. A la hora de arriesgar conclusiones determinantes fue cauteloso y advirtió que existe "una distancia entre la toma de conciencia de los ciudadanos sobre la importancia de los medios de comunicación y el deseo de participar en acciones de este tipo". De igual modo, consideró que muchas veces los usuarios tienen "representaciones radicalizadas de los medios" como manipuladores de la realidad y es difícil pasar del terreno de la crítica al de la elaboración de propuestas. No obstante, para Mattelart la iniciativa es valiosa y, a largo plazo, aspira a construir una alternativa en términos de sistema de comunicación y de lucha contra la concentración mediática.

Paulo Freire



El educador brasileño nació en 1921 en Recife, en el nordeste brasilero, donde vivió una niñez y juventud signada por la premura económica y el contacto con campesinos, y trabajadores de esta región del país. 

A partir de su experiencia en el Movimiento de Cultura Popular, de sus estudios sobre el lenguaje popular y del análisis crítico de la educación brasilera de mediados del siglo XX, Freire creó un método de alfabetización que en la medida en que los iletrados aprendían a leer y escribir, iban dialogando sobre problemas de su realidad y buscando alternativas para transformarlos. 

A pesar de que el texto de Freire data de 1973 constituye, aún en este siglo XXI, una aproximación muy completa a las implicaciones de los procesos de extensión comunicación en las sociedades, especialmente en las sub-desarrolladas, en las cuales ha existido una fuerte tradición de dependencia frente a las naciones industrializadas, que son vistas como paradigmas de desarrollo y tecnología. El problema, por supuesto, no se encuentra en la búsqueda de una independencia, sino en la reflexión acerca de cómo una determinada relación basada en la extensión comporta necesariamente la dependencia y la anomia de una de las partes, esto es, la totalización del pensamiento hegemónico.

Cuando se propone, como lo hace Freire, una nueva forma de entender las relaciones inter-societales e intra-societales, la noción de extensión entra necesariamente en crisis. La extensión nunca podrá considerarse como verdadera comunicación en tanto es una relación vertical: el técnico que tiene el conocimiento es superior al campesino o al agrónomo, porque ellos desconocen todo lo que el primero sabe, lo cual, en términos de competencia internacional, significa no estar a la vanguardia. La comunicación, por el contrario, constituye una interacción basada en la dialogicidad, en un encuentro entre partes, en un mismo nivel, en donde el conocimiento no se transmite de uno a otro, sino que se construye de manera conjunta. En la comunicación se tiene en cuenta que los interlocutores son poseedores de unos saberes y significados propios, y que, como tales, deben comprender y crear una estructura de intercambio y construcción recíproca.

Esta explicación propuesta por Freire para el caso particular de la extensión en agronomía, puede ampliarse a los terrenos de la educación. Las visiones más tradicionales en la escuela tienen como base una extensión del conocimiento, en donde el docente hace las veces de técnico y los estudiantes de agrónomos. Lo que se observa en este punto es el hecho de que apostar por la extensiónno es para nada una casualidad, por el contrario, responde a la necesidad de los grupos hegemónicos de mantener su control sobre el resto de la sociedad: una visión de la educación como construcción participativa de conocimiento desde la libertad y la acción, permite lógicamente, el desentrañamiento de esa realidad e implica la transformación de la misma.


Desarrollar espacios de crítica en la escuela para descubrir y analizar mecanismos de extensión en los medios de comunicación, la educación, la política y, en general, cualquier espacio de la sociedad es el compromiso de los docentes para no permitir que los nuevos ciudadanos sean meros extensionistas, sino verdaderos sujetos transformadores de la realidad. La educación, en este sentido, debe actuar como un proceso constante de liberación del hombre, en donde los individuos se transforman en seres de relaciones con su entorno. A través del diálogo entre maestros y estudiantes como sujetos que están en intercambio, se transforman y crean saberes por medio de una praxis reflexionada.

Mario Kaplun


Educomunicador, radialista y escritor. Se le conoce por promover el concepto de la comunicación transformadora en oposición a lacomunicación bancaria.

EL DESCUBRIMIENTO DE LOS GRUPOS

A partir de las experiencias radiofónicas de esos años, Kaplún y Olivera decidieron concentrarse en la creación de pequeños focos de productores que aprendiesen a producir programas con el mismo sistema que aplicaban ellos. Para lograrlo, sumaron fuerzas con la Unión Católica Internacional de Cine (OCIC), la Unión Católica Latinoamericana de Prensa y el Departamento de Comunicación Social del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM),y se lanzaron a promover un tipo de comunicación dialógica, alternativa a los medios masivos, que tomaba al grupo como célula básica de aprendizaje. Pero no tenían dónde enseñar; a las universidades no les interesaba el tema y no existían aún carreras de Comunicación. 

Decidieron entonces que en lugar de traer alumnos al encuentro de profesores, llevarían profesores a los sitios donde estaban los posibles alumnos, para que éstos pudiesen aprender en su ambiente. De este modo, tuvieron que trasladarse tanto a zonas urbanas como selváticas.

Además de los métodos de trabajo, en estos talleres enseñaban a armar emisoras con no más de quinientos dólares, para que los indígenas de las selvas y las montañas también pudiesen emitir programas para su gente en su propio idioma. "En Costa Rica llegaron a tener doce emisoras". Y el sistema fue haciendo escuela. Era una época en que la comunicación alternativa -el trabajo dialógico y grupal- era popular. "El gran descubrimiento que hicieron fue el grupo: que los grupos pesan, que tienen una determinada manera de ser y que precisamente porque son activos crean tensiones políticas".

Kaplún consideró sus series radiofónicas como un impulso a lo que entendía como nueva forma comunicacional: la grupal, y no dejó de insistir en la importancia de conocer las comunidades involucradas en los procesos de comunicación, para lograr que los mensajes las reflejasen. Más tarde referiría a este componente de la comunicación como "pre-alimentación". Los avances tecnológicos facilitaron estos procesos. En formato de disco, primero, y de casete, después, las series fueron distribuidas a grupos populares como material de discusión. Más de ciento veinte mil discos y trescientos mil casetes de Jurado No.13 circularon entre estudiantes, sindicalistas y maestros.

Paralelamente, la preocupación por volver emisores a los receptores de mensajes llevó a Mario a diseñar y aplicar en el ‘77 el método Casete-Foro, un "programa de investigación-acción" cuyo objetivo principal era hacer del proceso comunicacional un diálogo intergrupal -un proceso real de ida y vuelta-, y volver a los receptores más críticos y participativos. El modelo permitía al destinatario no sólo recibir el mensaje sino también responder y dialogar, e implicaba además una dimensión de intercambio intergrupal que favorecía la condición de co-emisores de todos los participantes: El grupo recibía material sobre un tema puntual en un lado de la cinta; en el otro lado grababa su propio aporte; al final recibía una nueva grabación con la síntesis de los aportes de todos los grupos. La primera experimentación fue hecha con agricultores uruguayos. Estas prácticas con grupos populares permitieron a Mario diseñar también el método Lectura Crítica de Medios, que aplicaría formalmente más adelante.


APORTES: De Mario Kaplun se puede decir que trabajo en base a los grupos de personas según él en grupos se les enseñaba mejor a producir programas.

Luis Ramiro Beltrán

Periodista, escritor y teórico de la comunicación. Nació en Oruro, Bolivia, en 1930. Es hijo de Luis Humberto Beltrán y Bethsabé Salmón, ambos periodistas. Comenzó a ejercer el periodismo a los 12 años en el diario La Patria, de su pueblo, y continuó en el periódico La Razón, de La Paz, y en los medios fundados por él: el semanario Momento y la estación de radio El Cóndor.

Es muy reconocido por ser uno de los mayores promotor de desarrollo nacional en Latinoamérica. Comenzó su trayectoria en Bolivia, en el Servicio Agrícola Interamericano en 1953, y prestó sus servicios a muchas organizaciones internacionales en América a lo largo de toda su vida

Es uno de los teóricos de la comunicación latinoamericanos más importantes, contando con amplio reconocimiento internacional. Se lo conoce como uno de los fundadores de la Escuela Crítica Latinoamericana de Comunicación, una corriente de pensamiento crítica que propone un nuevo paradigma de comunicación para América Latina. Es especialmente reconocido porque propuso una “democratización de la comunicación”, idea que se materializaba con las Políticas Nacionales de Comunicación. Las políticas públicas de comunicación que propuso Beltrán se inspiraron en un amplio estudio de teóricos de la comunicación como Wilbur Schramn, David K. Berlo, Daniel Lerner, Lucien Pye, entre otros. Éstas se lanzaron por primera vez en 1971 en el comité de asesoramiento de la UNESCO, en el Programa Internal de Investigaciones sobre Comunicación.


Beltrán considera que la comunicación “no debe ser una herramienta para la manipulación con el afán de satisfacer intereses creados de unos pocos… tampoco debe emplearse para mantener una estructura social injusta… debe usársela para transformarla de manera que prevalezca la justicia y la paz”.

Comunicólogos de toda América Latina y otras latitudes, coinciden en que la senda abierta por Beltrán en la década de los años 70 para democratizar la comunicación sigue abierta. 

Reconocido como uno de los fundadores de la corriente científica progresista denominada “Escuela Crítica Latinoamericana de Comunicación”. Ha sido dirigente de las principales agrupaciones mundiales de profesionales de comunicación y miembro de los consejos editoriales de las revistas técnicas de varias instituciones del ramo.
Para Beltrán la comunicación para el desarrollo es "la noción de que los medios masivos tienen la capacidad de crear una atmósfera pública favorable al cambio, la que se considera indispensable para la modernización de sociedades tradicionales por medio del progreso tecnológico y el crecimiento económico".

Hace un matiz sobre la "comunicación de apoyo al desarrollo", a la que considera una actividad planificada y organizada como un instrumento clave para el logro de las metas prácticas de organizaciones y proyectos específicos de instituciones que propician el desarrollo.  

Define otra categoría, como "comunicación alternativa para el desarrollo democrático", que entiende cómo expandir y equilibrar el acceso de la participación de la gente en el proceso de comunicación tanto a niveles masivos como a los de base. Agrega que el desarrollo debe asegurar además de beneficios materiales, ‘la justicia social, la libertad para todos y el gobierno de la mayoría".


Así mismo, engloba bajo ese mismo "paraguas" conceptual a la "comunicación popular", alternativa, la horizontal y al Nuevo Orden Informativo Internacional. Es decir, a la gran mayoría de las prácticas comunicativas de los sectores progresistas en los 80 y los 90.

Jesús Martin Barbero



De origen español, radicado en Colombia sus estudios observan a la cultura mexicana y colombina desde una óptica más amplia. Estudios basados en el papel de la comunicación sobre la cultura y los medios de comunicación.

Menciona que el campo de estudios y, en particular, el desarrollo y la aplicación de las teorías de la comunicación en América Latina se formaron prácticamente durante el periodo de los sesenta y hasta mediados de los ochenta por el “efecto cruzado” de dos hegemonías teóricas: la del pensamiento instrumental de la investigación norteamericana y la del paradigma ideologista de la teoría social latinoamericana.

Vale destacar, que el enfoque teórico crítico cuyo origen proviene de Europa, por el contrario, analiza, previo análisis de los procesos comunicacionales, las características de las condiciones económicas, sociales, de educación, de poder y hegemonía en los diferentes sistemas contemporáneos para cuestionar los roles que juega la comunicación en la preservación del sistema social y el papel de los mensajes en la difusión de la ideología dominante. En este enfoque, el científico social se concibe, tal y como se deja ver en los discursos de Martín Barbero (1996: 61.), como un agente de cambio, comprometido ética y socialmente.

A principios de 1999, dictó seminarios y distintos cursos de doctorado en España. Uno de estos cursos lo desarrolló en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, en el Departamento de Antropología Social, donde abordó las transformaciones del mapa cultural, la ciudad como espacio de comunicación y multiculturalidad, así como el tema de la globalización, localización e industrias culturales.

De este modo comenzó una de sus exposiciones, dando cuenta de su experiencia en el campo de la comunicación y la cultura: “La experiencia que está en la base de mi trabajo en estos últimos casi treinta años es la de un filósofo inmerso en el campo complejo y contradictorio de la comunicación. Mi oficio en ese campo ha sido, por una parte, el de luchar contra la visión hegemónica, especialmente venida de los Estados Unidos, que trata de convertir el estudio de los procesos de comunicación en una especie de disciplina autónoma, separada del ámbito de las ciencias sociales. Ésta ha sido una de mis batallas largas, la de agitar la necesidad de que las ciencias sociales, empezando por la historia, siguiendo por la antropología y la sociología, se hagan cargo de lo que está sucediendo en este ámbito estratégico por el que pasan algunos de los cambios más profundos tanto en el mundo de la cultura como en el mundo de la política hoy. 

La primera batalla, que he venido librando en estos treinta años, ha sido la de incorporar el 'tema' de los procesos de comunicación y de los medios al ámbito de las ciencias sociales. Y, por otro lado, mi otra batalla ha sido la de ayudar a distinguir entre lo que los medios de comunicación tienen de sumisión a, y complicidad con, las lógicas del mercado, y con lo que esas lógicas imponen de superficialidad, de deformación cultural. La necesidad de diferenciar el hecho de que hoy día los procesos de comunicación masiva estén dinamizados básicamente por la lógica mercantil, con el consiguiente proceso de superficialización e incluso degradación, cultural, de ese otro hecho: el papel estratégico que los procesos y los medios de comunicación masiva juegan en la vida cotidiana de la mayoría de la gente: la manera en que esos procesos inciden en la cultura cotidiana de la mayoría de la gente, en sus imaginarios, en sus expectativas de vida, en sus modelos de comportamiento, en sus modelos sobre lo moderno y lo atrasado, lo bello y lo feo, lo interesante y lo aburrido. 


Esta batalla me parece fundamental: luchar contra la tendencia de la elite intelectual a meter en la misma bolsa la crítica necesaria, indispensable, a lo que en los medios hay de lógica mercantil, a lo que en los medios hay de deformación cultural, superficialidad, pero luchando contra la confusión entre esas tendencias y el papel mediador que los procesos de comunicación masiva ejercen hoy entre matrices y memorias culturales, que vienen de muy lejos en la historia, y los formatos de las narrativas que hoy tienen los medios masivos. Si los medios son importantes no es debido a la genialidad de la gente que trabaja en ellos, es debido a que en los medios se entrelazan formatos contemporáneos con modos de narrar, de imaginar y de expresar que tienen memorias de largo alcance.”

APORTES: Su análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde la semiología, y la función de las telenovelas en Latinoamérica son algunos de los aportes teóricos más relevantes de Jesús Martín Barbero.
 

Teóricos Venezolanos

Antonio Pasquali



Es un comunicador social venezolano. Está considerado como uno de los introductores  en América Latina del pensamiento de la comunicación que subyace en las fuentes teóricas de la Escuela de Franckfurt.

Para Pasquali, el ser humano desarrolla la capacidad de comunicar en grado máximo, como instrumento de interacción, de descubrimiento de la presencia del "otro".

La comunicación así entendida es bivalente, de modo que quien transmite puede recibir y quien recibe debe poder transmitir. Hay en ello un carácter dialógico, que se da entre individuos con autonomía ética.

Según él, la comunicación ocurre cuando hay "interacción recíproca entre los dos polos de la estructura relacional (Transmisor-Receptor)" realizando la "ley de bivalencia", en la que todo transmisor puede ser receptor, todo receptor puede ser transmisor. "Es la correspondencia de mensajes con posibilidad de retorno mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad".

Los únicos seres capaces de establecer procesos comunicacionales y sociales, transmitir y recibir intelectual y sensorialmente son los seres humanos, los cuales poseen lo que Pasquali denominó el "con-saber" de la conciencia de la co-presencia de ambos para que se dé la comunicación, (el saber que existen dos presencias, la del "otro" y la propia), que interactúan simétricamente, tratando de acondicionar la voluntad de entendimiento mutuo, es lo que se denomina diálogo.

En tal sentido, expresa que "no hay "comunicación" ni relaciones dialécticas de otro tipo con la naturaleza y la materia bruta" en este caso sólo existe una "relación monovalente" o una "relación de información", donde los mensajes emitidos no tendrían retorno mecánico, ya que los participantes presentan un bajo coeficiente de comunicabilidad.

Para Pasquali la comunicación es lineal porque "la comunicación se dirige hacia adelante y al hecho de que no puede hacerse retroceder una palabra ya emitida" DANCE. Las conductas observadas y expresadas en el pasado, no se puede transformar en el futuro, si fue una comunicación positiva o negativa, tendrá  las mismas características sin evolucionar en el tiempo, porque se consideren la comunicación situándola en el momento don- de lo que ya se ha expresado no se puede cambiar.

En los procesos de comunicación humana intervienen diferentes elementos que hacen posibles que la comunicación se ejecute, a través de los órganos eferentes-aferentes de la sensibilidad humana, (vista oído, habla, tacto, etc.) generando el mensaje y otro ente natural que ejecuta el papel de receptor y de decodificador final en una comunicación directa.

La comunicación circular se expresa en dos funciones; uno; lo que comunicamos y el modo de hacerlo, la altera para el futuro, segundo que esta retrocede hasta llegar al punto de partida, pudiendo restringir y obstaculizar futuras comunicaciones.


"El helicoide combina los rasgos deseables de la línea recta y del circulo, evitando a la vez los puntos débiles de ambos. El helicoide presenta una variedad bastante atractiva de posibilidades de dar forma gráfica a los aspectos patológicos de la comunicación. Y en cualquier momento el helicoide da testimonio geométrico del concepto de que la comunicación, al moverse hacia adelante, está  volviendo en el mismo momento sobre sí misma y siendo afectada fundamentalmente por la espira de la cual ella surge. No obstante aunque sea lentamente el helicoide puede liberarse en forma gradual de sus distorsiones de bajo nivel".

"El proceso de comunicación se va moviendo constantemente hacia adelante y sin embargo, depende siempre, en cierta medida del pasado, que informa al presente y al futuro. El proceso helicoidal de la comunicación ofrece una imagen geométrica flexible y útil para la consideración del proceso comunicativo"

La comunicación helicoidal representa la característica básica del ser humano, como es la permisología de cambiar, de evolucionar, de corregir errores o añadir refuerzos a las interacciones positivas del pasado, no es una comunicación absolutista, ni determinista, por lo que presenta un desarrollo constante e interminable, esto sucede a nivel individual y colectivo, ya que los seres humanos entramos en los modelos helicoidales de las personas que nos rodean.

Pasquali diferencia la comunicación de la información, siendo esta última un proceso de transmisión asimétrica, donde los mensajes emitidos carecen de retornos no mecánicos, esto es, con bajo coeficiente de comunicabilidad. El diálogo se sustituye aquí por la alocución, por el camino unidireccional y sin retorno del mensaje.

Por tanto, propone sustituir el concepto de "teoría de la comunicación" por "teoría de la información", con una clara distinción entre las vertientes cibernética y antropológica del denominador teórico o conceptual. Para Pasquali, la teoría matemática de la información cobra sentido cuando se reconoce entidad cognitiva al receptor.


Pasquali afirma que en realidad no es correcta la denominación de medios de comunicación de masas, porque no hay en el proceso que describen bivalencia, simetría, diálogo. Se trata de medios de información, con un coeficiente de comunicabilidad bajo. Los medios no sólo cosifican al receptor, sino que producen sobre él un efecto paralizante, ya que le restringen su posibilidad real de la comunicación, su capacidad de intervención. Entre los medios y la sociedad se da una relación de mutua ‘inmanencia dialéctica’, resultando que el nivel cultural de una sociedad dada está relacionado con el papel que juegan los medios, de modo que cuando el nivel cultural es más bajo el efecto de aquellos sobre la sociedad resulta mayor.

Marcelino Bisbal

Nacido en Logroño, España, llegó muy niño a tierras venezolanas, junto a su familia, siendo uno de los tantos pequeños emigrantes que dejaron su patria natal para descubrir nuevos horizontes en tierras distintas. Venezolano de corazón, Marcelino Bisbal forma parte de esa generación de comunicadores sociales que  ha emprendido una carrera prolífica en el campo de la comunicación e investigación  en nuestro país.

Personaje de rica cultura, caracterizado por su sencillez, cordialidad, calidad humana, entrega, dedicación y constancia, cuenta con una amplia y reconocida trayectoria como investigador y docente en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).




Investigador por excelencia, sus aportes en este sentido son numerosos e importantes y muestran un claro interés en contribuir, por medio de una corriente de pensamiento crítico en las ciencias de la comunicación, a brindar respuestas adecuadas a las interrogantes y necesidades en el campo comunicacional en Venezuela.

A la hora de definir su línea investigativa y los objetivos, Bisbal sostiene que “Los objetos de investigación preferentes son los que apuntan al tema de las Industrias Culturales; el Campo de la Cultura Masiva y su imbricación con los otros campos culturales;  la Televisión, la cultura Masiva y la Vida Cotidiana; Comunicación y Consumo Cultural.

En cuanto a las disciplinas teóricas más próximas está la sociología, específicamente la teoría y sociología de la comunicación; economía política y el campo específico de la economía de la comunicación; la semiología o semiótica. Los ámbitos de la comunicación en los que centra su interés de estudio están enmarcados en la vida cotidiana; los espacios de consumo cultural; la Televisión y la vida cotidiana y todo lo referente a l tema de los jóvenes.

Respecto a la disciplina y línea de investigación señala que los planteamientos de G. Gerbner y McQuail han sido dominantes en las reflexiones y prácticas investigativas, al igual que las  lecciones de T. W. Adorno y Max Horkheimer y sus juicios a la industria cultural fueron determinantes “en nuestras enseñanzas del pensar e investigar comunicacional en y de la región, especialmente a partir de 1963 cuando en nuestro país se publica el libro del profesor Antonio Pasquali  Comunicación y Cultura de Masas y sus planteamientos, que orientaron un cambio del análisis comunicacional de lo pragmático a lo estructural, y que llegaban en un momento en que los moldes estadounidenses (valga decir el funcionalismo) eran dominantes y acríticos en sus reflexiones y resultados. El profesor Pasquali nos introducía, de segunda mano, en el pensamiento frankfurtiano para entender lo cultural en lo mass-mediático, para intentar comprender la cultura como manipulación”.

“Hoy día estamos en presencia de un paisaje cultural distinto que trae consigo un paradigma estético diferente, y este paisaje y su estética está sumergido en la vida misma actual, y en especial en las nuevas generaciones. De ahí entonces, que desde una Sociología de la Comunicación adaptada a los llamados ‘signos’ de los nuevos tiempos se debe partir por clarificar el sentido que tiene para la gente eso que hemos llamado ‘cultura massmediática’. Eso significa que debemos meditar tranquilamente y sin prejuicios la concepción teórica de la cultura en contraste con su práctica cotidiana y su relación- ya sea de mestizaje o hibridación- con la comunicación mass mediática”.

Bisbal considera necesario la formulación de retos que la sociología de la comunicación debe encarar. “Esos retos desde nuestra perspectiva de reflexión superan la idea de una ‘Sociología de la Comunicación’ circunscrita única y exclusivamente  a la estructuración de los medios, a la estructuración de sus mensajes, sus efectos, a las prácticas profesionales y a la formación de imágenes... El asunto es más complejo y susceptible de ser abordado desde la interrelación entre Cultura  y Comunicación. El aporte actual de la "Sociología de la Comunicación" y la "Teoría de la Comunicación" es  de la reflexionar lo "mass mediático" de otra manera”.

 Cultura y Masas